Por: J. G. Ballard (1930-2009)
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PAPAS CHILLONES (Fragmento)
Estoy seguro de que gran parte del misterio permanente de las obras maestras del Renacimiento expuestas en la National Gallery se debía a la ausencia de los textos explicativos que ahora eliminan la mayor parte de la extrañeza y la poesía de los maestros clásicos: Me quedaba mirando la Anunciación de Crivelli, cautivado por los pavos reales, los panes y otros objetos incongruentes, el transeúnte que lee un libro sobre el puente y la Virgen en el joyero que le sirve de casa. Me veía obligado a utilizar mi imaginación para hilvanar esos elementos en un metarrelato que tuviera algún sentido, en lugar de leer una leyenda en una extensa pared y que me dijera solemnemente que el pavo real simboliza la vida eterna. Espero que eso no ocurra nunca y que el exquisito pájaro sea él mismo y nada más que él mismo. ¿Qué puede haber más natural y misterioso que un pavo real y un pan apareciendo en la escena para celebrar el futuro nacimiento del Salvador?
Años más tarde, cuando estuve en la Galería de los Uffizi de Florencia delante de la Anunciación de Leonardo, un grupo de turistas japoneses me tapó la vista. Me pregunté qué opinarían de los cuadros religiosos de la galería, con sus hombres alados arrodillados delante de los jóvenes de aspecto tímido. Unos pocos japoneses asisten a la misa en latín, pero la mayoría no sabe nada de los mitos cristiano, y aquellos cuadros debían de parecerles totalmente surrealistas.
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Traducción de Ignacio Gómez Calvo.
Milagros de vida. Una autobiografía. Barcelona. Radom House Mondadori. 2008. Págs. 118-119.
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