.
.
22 de febrero, 1967
Tu Día
Cariño:
Todo el mundo está celebrando el aniversario de Washington, pero nosotros celebramos el tuyo. A dar la medianoche brindamos por tu salud y tu felicidad. Me pregunto cómo estarás pasando el día de tu cumpleaños (espero que lo celebres como más te guste).
Ángel, creo que si comprendieras lo que supondrían para mí cuatro letras tuyas, te obligarías a escribirme (pero si no puedes, ¿por qué no le dictas unas líneas a Gordon Sager, que estará encantado de mecanografiarlas?).
Seis o siete días después de que recibas esta carta llegará Paul (procura esta guapa para él que tanto te quiere)… aunque nadie te quiere tanto como yo…
Madre
.
Jane cariño:
Me disgusta y aflige saber que fumas tanto y que tomas Nembutal (un somnífero que sólo debe tomarse por orden del médico; Julie y yo tomamos uno cada uno por la noche y recordarás lo atontada que me dejaba. Por favor Ángel, hazlo por Paul y por mí, no tomes tantas píldoras; serás mucho más tú misma si dejas de hacerlo). Cariño, espero que procures asearte, que vayas a la peluquería todas las semanas para que no te salga caspa. ¿Sabes lo que supondrían para mí cuatro letras tuyas, cariño? ¿Vas a negármelas? Tú sabes cuánto te quiero… Tú eres mi vida y está tan vacía no tengo noticias tuyas porque entonces sé que no te encuentras bien. Sólo unas letras supondrán…
Besos y todo mi cariño
Madre
.
Jane Ángel mío:
Imagina lo feliz que me ha hecho recibir hoy tu carta. Cariño, no te pasa nada… tu padre te hubiera dicho que dejaras de dramatizar tus problemas. Cielo, yo era mucho más joven que tú ahora cuando enterré a tu padre y tenía que preocuparme de tu rodilla… y en vez de darme por vencida seguí adelante… tú también eres una persona decidida, cariño… no vuelvas a dejarte vencer por nada. Espero que Paul y tú veáis a vuestros amigos (sobre todo a David). ¿Fuiste a la fiesta de cumpleaños que te dio¡
[…] S{e un Ángel, cariño, dulce como eres tú realmente y haznos felices a Paul y a mí. Te quiere
Madre
.
Jane cariño:
Siempre has seguido mi consejo… ¿no quieres hacerlo ahora? Si no lo haces tendrás que volver al hospital. Créeme, Ángel, no te pasa nada que no puedas solucionar sola. Oblígate a bañarte y vestirte después de desayunar (no es difícil sólo que te has convencido de que no merece la pena). ¿Cómo puedes decir eso cuando todo el mundo está cantando tus alabanzas? Cariño, tienes que dejar todas las pastillas que estás tomando menos las de la epilepsia y las de la hipertensión. ¿Es que no entiendes que todas las pastillas que tomas sin necesitarlas son la causa de tu gran depresión? Ángel, esto no puede seguir… si no lo haces por tu cuenta, tendrás que recibir ayuda de los médicos y las enfermeras. Demuestra que puedes hacerlo, hazlo por Paul y por mí. Ojalá pudiera estar contigo, cariño… Si me necesitas, cuenta conmigo. Te quiero mucho.
Madre
.
Jane cariño:
No te escribí ayer domingo porque creía que llegaría carta tuya hoy seguramente… pero no fue así… tienes que comprender el daño que me hace la angustia a mi edad. La tensión me sube tanto que veces creo que me va dar un ataque. Por qué no puedes escribirme regularmente una vez a la semana… ¿Acaso es demasiado pedir para una madre de 76 años? Cuando no recibo carta tuya siempre pienso que pasa algo… y si, no lo permita Dios, así fuera, estoy segura de que le dirías a Paul que me escribiera. ¿Te encuentras bien? ¿Sigues fumando tanto? ¿Qué estás haciendo que no encuentras tiempo para escribir? Ruego que haya una carta en el camino…
Viernes por la noche, el 14 de octubre es la víspera del Día de Expiación, la mayor festividad del año para los judíos (que Dios nos perdone todos nuestros pecados). Sé que tú no rezas, así que lo haré yo por ti. ¿A quién ves, aparte de a David? ¿Está Tánger animado o tranquilo? Te pido por favor que me escribas una carta con muchas noticias. ¿Has ido al dentista? Por favor, contesta todas las preguntas que te hago, porque soy muy desgraciada cuando me excluyes de tu vida. Sabes que te quiero más que a nada en el mundo…
Madre
.
Jane cariño:
¡Por fin! La primera carta tuya en siete semanas… Todavía no entiendo… el Ramadán es todos los años y esto nunca había ocurrido antes… estaba destrozada preguntándome qué os pasaría a ti y a Paul… seguro que uno de los dos podría haberme puesto unas letras… si tú no puedes usar la máquina de escribir ponme unas líneas a mano y no me tengas en continuo estado de preocupación. Gracias a Dios que estáis bien.
[…] La foto adjunta (de Time) me emocionó mucho… ¿Publicaron la entrevista que os hicieron a Paul y a ti en Tánger? ¿Vas a volver a escribir? Es una vergüenza despreciar talento tan extraordinario. Talento o no te quiero con locura.
Madre
Por favor escribe
.
10 de abril de 1968
Jane cariño:
He recibido tu carta hace un momento y no sabes cuánto me ha alegrado.
Dices que estás bien físicamente – Tienes que creer que también estás mentalmente bien – Me dices que conserve la fe – Yo siempre he creído en Dios y en ti – y tú también tienes que creer en ti misma, ángel. Créeme, con la ayuda del médico pronto te pondrás bien. Anímate, cariño, que estás mucho mejor. Paul me escribe regularmente… y me ha prometido que pronto te traerá a verme. Si quieres cuando llegue el momento iré a buscarte – ya sabes cariño que en el pensamiento estoy siempre contigo – Julián agrade tu interés por él… te quiere, y yo te adoro como siempre.
Madre
.
20 de abril de 1968
Jane cariño mío: –
Acabo de recibir carta de Paul en la que dice que no ha ido a verte (aunque quizás a estas alturas ya lo haya hecho) porque tiene problemas con la dentadura. Tienes que convencerte de que estás bien, ángel, y creer en ti misma. La carta que me has escrito es maravillosa – exactamente como las de antes, aquí que ponte enseguida bien y Paul te traerá a verme y las dos seremos felices –
[…] Beso y todo el cariño de Julián y mí – Eres mi vida.
Madre
.
De la traducción Ángela Pérez.
Jane Bowles. Un pecadillo original. Barcelona. Circe Ediciones. 1990. Págs. 374-376, 381, 386, 388.