Feeds:
Entradas
Comentarios

Archive for 8 de noviembre de 2011

Por: Carlos Enrique Ortíz (1961-)

.

Carlos Enrique Ortíz

.

Para Pablo y Kathia, en el corazón

.

“Eres como la aurora, que cada vez más, cada vez más…”

Fernando González

.

I. AZIMUT

Es en lo negro del espacio,

en  el azul vencido del cielo

que la noche es abierta y transparente,

y su silencio todo en sí sostiene.

.

Veo a Escorpión lucir

Antares en su lomo

y más allá, diría,

entre El Cisne y El Centauro,

donde El Águila vuela en lo invisible;

el luminoso centro oscurecido.

.

Isla de sueño y luz; Vía Láctea

espiral de lo posible

gira sus brazos luminosos

sus aspas de tiempo incontenible,

oleaje de soles solitarios.

.

ORVALHO

Ahora un ave

sobre el vértice del techo

de la casa elemental

me recuerda

que el hombre, animal de ruido,

no es mayor que su deseo

su abrigo, su sueño.

.

*

.

¿Qué palabras habrían de llamarnos

entre las palabras de otro tiempo?

.

En furtivas ceremonias

que quisimos muy puras,

nuestros gestos buscaron

su dulce transparencia.

.

Éramos los desconocidos,

los llamados al estrago de los días,

a la errancia en los rostros.

.

Éramos los de otros.

¿Qué destino común deseo

preguntar quería por nosotros?

.

Yo te dije de la muerte mil nombres,

tu escuchabas,

bebí la quietud de tu cara oscurecida,

amé la luz del azar que proyectó tu sombra sobre mí.

.

Te vi, te supe

tiempo que inunda, que desborda.

.

[ ]

Como dolor

que viene del silencio

y no regresa,

nuestra palabra

devora lo dicho

y no silencia.

.

Como dolor

retiene su presente,

tiempo que no resguarda.

.

Allí donde dijimos y escuchamos…

.

¿Quién se muestra?

.

¿Quién persiste

allí donde los vivos y los muertos?

.

Orilla, pliegue de luz

Habla adversa

que la voz perfuma

.

¿Quién se oculta en ti

allí donde los día y los cielos?

.

II. ALMINCANTARATS

También los muertos quieren

respirar

y su reseco aliento

dispersa nuestro aire.

.

Quieren caminar

y su errancia extravía nuestro paso.

.

Quieren cantar

y su queja inaudible

empaña nuestro silencio.

.

Quieren ver

y la palpitación de su mirada

puebla nuestras sombras.

.

¿Dónde tocar su mano

que retiene el roce, la caricia?

.

Alphar, la estrella solitaria

corazón femenino de la Hydra,

corazón que se alimenta de la sed

de Apolo,

el enmascarado de luz,

el dios que hiere de lejos.

.

*

.

La sombra veloz del pájaro

atraviesa las sombras del follaje,

se confunde, reaparece y se va.

Mirando el suelo al subir la loma

este trazo de vuelo

me ha tocado.

.

*

.

PATER ADVERSUS

Padre nuestro que eres

la inmensidad del cielo,

canto en silencio lo imposible

de tu nombre.

.

En la desnudez de tu ausencia

tu voluntad es mi sed y mi caída.

.

Tu reino late en mi pecho

hasta rozar la muerte.

 .

La muerte nuestra de cada día

danos hoy.

 .

Eres la luz que extravía

nuestra ceguera.

 .

En la imposibilidad del perdón

somos la tentación de la que eres

la caída.

 .

Te libramos del mal.

 .

Amén.

.

El óvalo de las auroras.  Carlos  Enrique Ortiz. Editorial Universidad de Medellín. Medellín. Telar. Colección Géneros Literarios. 2010.  Págs. 26, 28, 39, 54, 65  77.

Read Full Post »

PEREGRINAJE

Por: Daniel Jiménez Bejarano (1970 – )

.

Daniel Jiménez Bejarano

.

ARTE POÉTICA

Usa siempre palabras imposibles

como belleza y destino.

Asiste cada día al tributo feliz de ser ceniza:

agradece la tierra.

Pero nunca entregues tu corazón a lo que vive:

mujeres, animales, amigos,

pues marcharán primero que tú al paraíso.

.

Adelántale a tu disolución habitando los otros,

utilizando para ellos, palabras posibles:

Hija, trueno, delicadeza,

Sé poeta sólo de lo imposible.

.

EXTRANJERA

Tratabas el silencio como si fuera una naranja;

le quitabas la corteza, las semillas;

usabas su ácido para hacer fuegos fatuos,

y luego lo dejabas a un lado

como un viejo enemigo al que se debe un favor;

nunca se puede desnudar quien

trata el silencio así:

Eres extranjera en el reino del tacto.

.

ACEDIA

Postergo mi agonía

hasta la próxima muerte:

Manera de la inmortalidad rehusarse a volar

teniendo alas,

cuando eres el sol que las separa de mi torso,

para contemplarnos inmóviles,

como lágrimas de ceniza.

Mi orden interior está

en mantener el caos de mis tumbas antiguas:

Bufón que merece la risa del alba

cuando se une a la tuya.

.

UMBRAL

Soy triste como un madero húmedo:

Me aventaja sin embargo la velocidad de tu ardor,

más triste que un difunto sordo

a la música de la eternidad.

Eres puerta que conduce a signos

de una magia sin grimorio:

.

Tu umbral, como todos,

es una forma de ocaso:

pero sólo aprehende la llama

quien cruza el dintel

ignorando la premura de darse a luz:

Entrar en ti

es negarse a nacer.

.

OFRENDA

No traigo mi nombre conmigo,

ni el legado de una joya sagrada:

mi aljaba sólo guarda flechas rotas,

y los huesecillos de los niños

que vi morir en el peregrinaje:

Poco tesoro para quien arrasó aldeas

y laberintos,

usó mujeres como a animales de labranza,

y a los amigos como si fueran dioses sin ira,

abusó del infierno y huyó del cielo

de la tranquilidad como de la aldea de los

apestados: Ese es mi signo.

Pero si mi sangre pudiera fluir en tu memoria,

tuya es para que tejas un vestido nuevo

con que cubras el paisaje.

.

BOCETO DE LA SOMBRA

No se hizo la vida

para el estupor:

Guarezcámonos en el follaje

transparente de la desbandada.

Amémonos desde una enfermedad irreparable,

riendo en las calles como quien inaugura la ofensa;

mírame, soy la gota en la pared que es destello en /la lluvia.

.

Luz que se divide para ver su reflejo,

aquí, conjetura de sangre,

hijo primerizo de la distancia

entre el abrazo y el aire.

.

Nada nos alcanzaría

salvo el eco de nuestros terrores.

Arrebato al asfalto su calidad de reino

para ofrendarlo a tu risa.

.

Sólo pido a cambio

que ordenes a tu sombra sellar las avenidas

para que ninguna luz sea frontera

entre mi sexo y tu boca.

.

HOGUERA

Auto de fe este amor,

siempre menso que un recuerdo,

siempre menos sagrado que los excesos pasados,

siempre menos herético que las lágrimas vertidas en /pezones ebrios.

.

Menos obsesivo

que la erección de la mañana

en habitaciones de espejos empañados:

Sólo hoguera donde no hubo lugar para el fuego

que purifica,

ni para la sal que limpia, ni para el agua que pudo /ser el espíritu

es sólo lluvia donde mis manos

buscan el rostro que perdí en tu humedad.

.

PEREGRINAJE

Cada palabra es el perigranje,

cada verbo encierra a Jerusalén, Roma o Compostela;

magia simple y diurna del desamado y del ebrio

para estar en todo lugar que el aliento llame,

y ser quien dicta sus sueños al oído simple

del lenguaje,

sin que sea todavía el reino de la metáfora.

.

Cobijado por la sombra de cada fonema,

lejos de la preceptiva, y todo epílogo posible,

de todo comentario, poética marginal,

soy la lejanía a solas, porque el mundo es la /distancia entre

mis palabras y la humilde bendición del hambre y del /sueño.

.

Soy cada sílaba para que cada palabra

busque su resquicio de obscuridad,

entre tanta sabiduría,

locura del mundo.

.

Peregrinaje. Medellín. Editorial El propio bolsillo. 2011. Págs. 18, 31, 32, 35, 36, 41, 42, 53.

Read Full Post »